lunes, 25 de octubre de 2010

El keynesianismo como un programa de represión // Juan Ramón Rallo

El keynesianismo como un programa de represión
Por Juan Ramón Rallo      
El keynesianismo no sólo supone un programa económico que desvalija a quienes lo padecen, también es un programa político destinado a erradicar las sociedades libres.
A menudo los economistas, entre divertidos y concentrados con el desentrañamiento de los mil y un errores, contradicciones, chapuzas y sinsentidos del keynesianismo, nos olvidamos de eso que ya nos advirtió el propio Keynes en el prólogo de la edición alemana de su Teoría general: su modelo económico es más fácilmente aplicable a una sociedad totalitaria que a una sociedad libre. Es decir, el keynesianismo supone un ataque contra la ciencia económica y la prosperidad y, sobre todo, contra la libertad.

Esto debía de ser lo que tenía en mente Vernon Orval Watts cuando en 1952, en plena apoteosis del intervencionismo, escribió un libro tan corto como clarificador contra Keynes y los keynesianos, titulado Away from Freedom, esto es, "lejos de la libertad". Hace dos años, el Mises Institute, en esa impagable labor editorial que está realizando, tuvo la buena idea de recuperarlo para el lector actual, tan amenazado por el resurgimiento de las ideas keynesianas.

Obviamente, Orval Watts no se olvida de criticar los fundamentos económicos del keynesianismo, pues, por antiliberal que sea, no deja de ser un sistema económico. De hecho, las quince páginas en que expone el papel del crédito y del dinero en una economía de mercado son el resumen más preciso, claro y contundente que yo conozca. Son quince páginas magistrales que bien valen el libro entero, y que deberían ser leídas por todo estudiante de economía que se precie.

Pero el objetivo de Orval Watts no es tanto darnos una lección de economía como el mostrar cómo se erigen argumentos liberticidas sobre falacias flagrantes. Veamos un ejemplo.

El sistema keynesiano se basa en la idea de que la coordinación entre ahorro e inversión privada es tremendamente inestable, por lo cual el Estado debe ponerse manos a la obra y dilapidar el ahorro de los ciudadanos en inversión pública o en consumo público. Así, el keynesiano Theodore Morgan sostenía lo que sigue: "Probablemente, la mayoría de la gente estará de acuerdo con nuestra política nacional de que el derecho de un hombre a montar una empresa no es una libertad básica". El futuro Nobel Paul Samuelson se sumó entusiasta a esa visión... como años después avalaría el sistema soviético: "La economía privada es como una máquina sin volante o conductor".

¿Quién era ese conductor, cuál era ese volante que unos y otros proponían para corregir el laissez faire? Simplemente, la tan conocida mezcla de inflacionismo y déficit público que tratan de dignificar denominándola "política monetaria y fiscal compensatoria". Dentro del cajón de sastre que era el gasto público indiscriminado financiado con cargo a la monetización de la deuda por parte del banco central cabía de todo.

Envalentonados, los keynesianos se veían capaces de controlar desde el gobierno tal cantidad de riqueza, que ya nos advertían de que no toda iba a ser destinada a labores que la sociedad considerada mínimamente necesarias. Lo importante no era producir, sino gastar, y para ello podía hacerse de todo: cavar agujeros para volverlos a llenar, producir mercancías inútiles que podamos arrojar en medio del océano, construir pirámides, imprimir billetes y regalárselos a los extranjeros... Algunos, como Lawrence Klein, incluso nos prometían el mejor de los mundos –pleno empleo sin inflación–, siempre y cuando los ciudadanos estuviéramos dispuestos a cederles aún mayores porciones de nuestra libertad:

Si damos un control absoluto a los planificadores sobre la política fiscal del gobierno, de modo que pueda, por un lado, gastar cuando y donde sea necesario para estimular el empleo y, por otro, aprobar nuevos impuestos cuando y donde sean necesarios para controlar el alza de los precios, no tendremos problemas con la inflación.

Orval Watts no se dejó engañar por estas majaderías economistas. Enseguida supo detectar la amenaza que suponían para las sociedades libres; hasta el punto de que dedica uno de los capítulos del libro a trazar diez preocupantes paralelismos entre el keynesianismo y el marxismo (labor que en España ha sido retomada por el gran José Ignacio del Castillo, http://www.liberalismo.org/articulo/383/32/marx/keynes/paralelismos/siniestros/): la idea de que el capitalismo se ve sometido a una tasa decreciente de beneficios; el énfasis en la depresiva influencia del ahorro en una economía madura; las teorías sobre una irresistible tendencia al monopolio y a la concentración de riqueza en el laissez faire; el desprecio a la responsabilidad individual en beneficio del control gubernamental de la seguridad social; la defensa de los impuestos progresivos y sobre la herencia; la propuesta de que sea el gobierno quien controle la moneda y los bancos para proceder a liquidar al rentista; una visión colectivista de los derechos de propiedad como privilegios del Estado que pueden ser arrebatados por el Estado a discreción; la tendencia a equiparar al gobierno con todos nosotros o con la sociedad; la preferencia por el estudio económico de las clases, las medias o los agregados en lugar de las acciones de los individuos en sociedad; y una visión mecánica y simplista del comportamiento humano que puede ser manipulado por el Estado a través del control de los tipos de interés, los impuestos, la deuda...

Orval Watts, en la mejor tradición del liberalismo clásico, recuerda que las actuaciones del gobierno se basan en la compulsión, por lo que toda política que vaya más allá de la defensa de la libertad de los individuos supondrá una violación de sus derechos: "La condición esencial para que existan derechos humanos y libertad es no interferir". Los keynesianos, frente al liberalismo clásico, proponen un gobierno ilimitado: "No suelen colocar ningún límite a la autoridad política sobre los individuos y sus propiedades, salvo la que derive de la opinión mayoritaria"; lo que les lleva a defender sin despeinarse la expropiación del oro de los ciudadanos, la socialización de la inversión o la eliminación de los tenedores de renta fija.

Por eso, no sólo nos traen la ruina económica, sino la represión política. Por eso el keynesiano John Kenneth Galbraith, medio en serio medio en broma, llegó al preocupante extremo de afirmar en La Era de la Incertidumbre que Hitler fue "el auténtico protagonista de las ideas keynesianas". Por eso no sólo es necesario refutar sus sofismas, sino apuntar claramente, como hace Orval Watts, a cuáles son sus consecuencias sobre nuestras libertades.

jueves, 21 de octubre de 2010

¿Cómo se construye el Socialismo? // Santos Mercado

A lo largo de la historia mundial se pueden detectar diversas maneras de construir el socialismo, algunas son muy violentas otras están llenas de amabilidad y dulzura, tanto que la gente ni cuenta se da que se le va sometiendo a un infierno socialista.

¿Aquí mencionaré algunas vías, las más comunes al socialismo. Pero antes de hablar de las rutas al socialismo, es necesario tener claro el concepto.

¿Qué es el socialismo? Se puede dar una respuesta rápida diciendo que socialismo es lo contrario al capitalismo. Pero esta definición sólo nos dice que capitalismo y socialismo son polos opuestos, agua y aceite, pero no da mayor claridad. Entonces tenemos que referirnos al concepto básico que define a los sistemas económicos: la propiedad privada. Socialismo es el sistema económico, político y social que se basa en la eliminación de la propiedad privada. En el socialismo, ningún individuo puede ser propietario de alguna fábrica, una casa ni nada que sea susceptible de vender o intercambiar y producir lucro. Vender y comprar, es decir, el comercio es una categoría propia del capitalismo, no del socialismo. Naturalmente, si ningún individuo es propietario de nada, alguien tiene que administrar los recursos "del pueblo". Se tiene que formar un gobierno, un partido, un buró o dejar todo en manos de un líder que planifique la vida de todos. De esta manera, todos comerán, vestirán y la sociedad será feliz, es la promesa socialista.

Ningún país es completamente socialista y ninguno es puramente capitalista, todos tienen una combinación de ambos. Pero todas las naciones están tratando siempre de ir a uno u otro de los extremos, esa es la dinámica inherente a la vida social, económica y política de cualquier país.

Generalmente los líderes políticos son los que están tratando de llevar a sus pueblos a uno u otro extremo, la gente se deja llevar por las promesas o por la ignorancia, algunos se oponen y otros simplemente callan y soportan.

Pero veamos algunos procedimientos de aquellos líderes que empujaron a sus países hacia el socialismo.

Vladimir Ilich Lenin formó un partido político de gente muy atrevida, decidida y disciplinada que obedecía las órdenes del comité central, o más bien de Lenin. Tenían que cumplir las tareas del partido como si fueran órdenes militares, de tal forma que el día señalado, a la hora indicada y en el lugar planeado tumbaron a cañonazos al Zar y tomaron el poder. De la noche a la mañana los rusos supieron que ya había un nuevo gobierno dirigido por el Partido Comunista de la Unión Soviética, o mejor decir, por Lenin. Este método se puede llamar "asalto al poder por sorpresa". No se puede hacer si no se tiene un pequeño ejército de militantes comunistas que obedecen las órdenes sin el menor titubeo ni vacilación, como soldados disciplinados. Este método lo usó Fidel Castro y Hugo Chávez en su primer intento por tomar el poder en Venezuela.

Otro método es el democrático. Pensemos en el caso de Salvador Allende, un líder comunista que participó en las elecciones y ganó con una mayoría relativa pues apenas obtuvo el 32% de la votación. Ya en el poder inicia su programa socialista. Empieza por destruir la propiedad de los empresarios más prominentes, los dueños de las minas de cobre. La forma de destruir la propiedad privada sobre las minas no consiste en echar una bomba para derruirlas, tendría que estar completamente desquisiado. Más bien, inició un programa de nacionalizaciones contra el capital foráneo y expropiaciones contra los ricos chilenos. Convenció al pueblo de que ahora todos los chilenos iban a ser "dueños" de las minas. La gente se lo creyó y así siguió expropiando la industria eléctrica, la ferroviaria, el transporte marítimo, la aviación entre otros. Si no lo detiene Augusto Pinochet se hubiera seguido con las tierras, las escuelas, las casas y todo lo demás para que al fin terminara todo en manos del Estado.

El tercer método se refiere a una vía fiscal. Consiste en que un gobierno empieza a aplicar impuestos cada vez más altos a la gente que más gana. El caso más representativo fue Suecia. El gobierno, de vocación socialista, convenció a la población para que aprobara un plan de impuestos progresivos "para reducir las desigualdades". La población ignoraba que era un plan de destrucción de propiedad privada y lo aprobaron sin saber que estaban destruyendo su economía. Los impuestos llegaron a subir al 85% hasta que eliminaron casi todos los incentivos para ser empresarios, "mejor me espero a que el gobierno me mantenga".

El cuarto método consiste en crear un gran aparato de regulación de los mercados y de toda actividad económica. Se pueden crear, por ejemplo, una cámara de diputados, de senadores o de legisladores para que establezcan las reglas que debe cumplir un negocio de hamburguesas, de aeronáutica, de alimentos o de droga. También se pueden crear secretarías de Estado para que regulen el turismo, la energía o la economía. Esta es la forma más amable y "civilizada" de conducir a un país hacia el socialismo, la gente no se da cuenta y hasta puede aplaudir y votar para tener gobernantes que sigan en esa línea. Un ejemplo de este método es México, Argentina y España.

Finalmente podemos señalar un quinto método. Es aquél que dice que va a salvar a la economía capitalista mediante más intervención del gobierno, son los keynesianos. La gente aplaude que el gobierno contrate trabajadores "para reducir el desempleo", no importa que sean improductivos "unos abren hoyos y otros los tapan" como sugería John Maynard Keynes. El aparato burocrático crece sin límites. Este método gusta de usar la maquinita que fabrica billetes para pagar a los nuevos empleados del gobierno, el gobierno otorga créditos a los empresarios y al público, "es para aumentar la demanda agregada", dicen. Un país que es ejemplo, hoy en día, de este método son los Estados Unidos de América con su presidente izquierdista Barack Hussein Obama. Ironías de la vida, los USA fueron alguna vez el ejemplo maravilloso de país capitalista. De seguir así los Estados Unidos de América llegarán a ser, en pocos años, el ejemplo de país socialista donde todo estará bajo control del gobierno.

Faltan de considerar los métodos socialistas que usaron Adolfo Hitler, Pol Pot, Mao Tse Tung y otros. Incluso la vía educativa con escuelas públicas, los veremos más adelante.

Sea cual fuere el método para construir una patria socialista, el resultado final es el mismo: Pobreza generalizada, destrucción del individuo, violencia, corrupción y un negro futuro para varias generaciones

¿Por qué fracasa América Latina? // Mario Vargas Llosa

¿Por qué fracasa América Latina?por Mario Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa es novelista, ex candidato presidencial peruano y premio Nobel de literatura 2010. Este texto fue publicado en inglés en el Cato Policy Report de Enero/Febrero del 2003.


Cuando llegué a España en el año 58 era frase bastante corriente el decir "los españoles no estamos preparados para la democracia. Si aquí desapareciera Franco esto sería el caos, quizás nuevamente la guerra civil." Y sin embargo no ha sido así. Cayó la dictadura, vino una transición admirable, ejemplar, hacia la democracia, y la democracia en España ha tenido éxito. Ha habido consensos de las fuerzas políticas que dieron una estabilidad al país que le permitió a la democracia española resistir los intentos involucionistas, golpistas, y yo diría sin triunfalismo de ninguna especie. Nadie puede negar que España es la historia feliz de los tiempos modernos, lo cual se debe en cierta forma a la inmensa mayoría de los españoles de muy distintas convicciones políticas que han sido capaces de actuar civilizadamente, estableciendo justamente ese denominador común que hace que las instituciones funcionen y que un país crezca.

¿Por qué en América Latina no hay un clima así? ¿Por qué nuestros intentos de modernización una y otra vez fracasan? Creo que la idea del desarrollo, del progreso de la civilización tiene que ser simultáneamente económica, y política y cultural, y, aquí empleo una palabra que a muchos va a pararles las orejas: ética o moral. En América Latina hay una falta de confianza total de la inmensa mayoría de latinoamericanos hacia las instituciones, y esta es una de las razones por las que nuestras instituciones fracasan. Las instituciones no pueden vivir en un país si la gente no cree en ellas y, por el contrario, tienen una desconfianza fundamental y ve en ellas no una garantía de seguridad, de justicia, sino exactamente todo lo contrario.

Dejen que les diga como anécdota personal. Después de un tiempo de estar viviendo en Inglaterra, de pronto me di cuenta de que me ocurría algo curioso, que no me sentía nervioso cuando cruzaba a un policía. Hasta entonces, a mí siempre me había pasado que frente a un policía yo sentía cierto nerviosismo, como si ese policía de alguna manera representara potencialmente para mí un peligro. Los policías en Inglaterra no me produjeron jamás ese sentimiento de recelo, de secreta inquietud. No iban armados, o simplemente porque los policías en Inglaterra parecían prestar un servicio público y no estar allí para aprovecharse de alguna manera de ese pequeño poder que les daba el uniforme, el palo o la pistola que llevaban encima. En el Perú y en la mayor parte de los países de América Latina, los ciudadanos tienen razón de sentirse alarmados, inquietos, cuando se cruzan con un uniformado, porque hay muchas posibilidades de que el uniformado utilice el uniforme, no para defender su seguridad, sino para esquilmarlos. Entonces, eso que ocurre para los policías ocurre también con las otras instituciones.

Esos ejemplos al final crean un estado de cosas en el que las instituciones simplemente no pueden funcionar porque no están sostenidas o respaldadas por aquello que es fundamental en una sociedad democrática, la confianza de la ciudadanía hacia ellas, la convicción de que estas instituciones están allí para garantizar la seguridad, la justicia, la civilización.

Esa es una de las razones por las que las reformas que se han hecho en América Latina han fracasado una y otra vez. Paulo Rabello de Brasil decía que las gentes que han votado por millones, por Lula, no han votado por el socialismo en la mayoría de los casos, han votado por algo diferente a lo que tienen y eso diferente lo ha conseguido encarnar a través de carisma o demagogia. Es lo mismo que ha pasado por ejemplo, en Venezuela. Este país que potencialmente es riquísimo, que debería tener uno de los niveles de vida más altos del mundo, se debate en una crisis atroz, y tiene al frente del gobierno a un gran demagogo, que puede realmente destruir a Venezuela. Y sin embargo no es casual que el comandante Chávez esté en el poder. El ha llegado al poder con el voto de una gran mayoría de venezolanos totalmente disgustados y asqueados de la democracia que tenían, una democracia que no era sólo de nombre, y a la sombra de la cual, la corrupción imperó de una manera realmente vertiginosa, eliminando las posibilidades de una inmensa mayoría de venezolanos, de sus expectativas, sus sueños, y enriqueciendo pavorosamente a unas pequeñas, ínfimas, minorías unidas con el poder.

En ese contexto, las reformas liberales que nosotros defendemos, que nosotros promovemos, que nosotros sabemos son eficaces para desarrollar un país ¿cómo pueden funcionar? Una reforma mal hecha, es muchas veces peor que una falta total de reformas, y en este sentido, el caso del Perú es ejemplar. Nosotros durante la dictadura de Fujimori y Montesinos entre 1990 y el año 2000, tuvimos aparentemente reformas liberales radicales, se privatizó más que en ningún otro país de América Latina. ¿Y cómo se privatizó? Se privatizó transfiriendo monopolios públicos a monopolios privados. ¿Para qué se privatizó? No para lo que se debe privatizar, según creemos nosotros, los liberales, para que haya competencia y para que la competencia mejore los productos y los servicios y baje los precios y para diseminar la propiedad privada en quienes no tienen propiedad como se ha hecho en las democracias occidentales más avanzadas en los procesos de privatización, como se hizo en Gran Bretaña, donde la privatización sirvió para difundir la propiedad privada enormemente entre los usuarios y entre los empleados de las empresas privatizadas. No, se hizo para enriquecer a determinados intereses particulares, empresarios, compañías, o los propios detentadores del poder.

¿Cómo pueden los peruanos creernos, cuando nosotros les decimos que la privatización es indispensable para que un país se desarrolle, si la privatización para los peruanos ha significado que los ministros del señor Fujimori se enriquecieron extraordinariamente, que las compañías de los ministros y asociados del señor Fujimori fueron las únicas compañías que tuvieron extraordinarios beneficios en estos años de la dictadura? Por eso cuando los demagogos dicen "la catástrofe del Perú, la catástrofe de América Latina son los neo liberales", esas gentes esquilmadas, engañadas, les creen y como necesitan un chivo expiatorio, alguien a quien hacer responsable de lo mal que les va, pues entonces nos odian a nosotros los "neoliberales".

El gobierno de Toledo ha intentado privatizar unas empresas en la ciudad donde yo nací, en Arequipa, y el pueblo arequipeño salió en masa, levantó los adoquines, llenó las calles de barricadas, e impidió la privatización. Si uno mira las cifras en el papel es algo insensato, algo absolutamente demencial. Las empresas privatizadas no servían para nada, no cumplían en absoluto con la función que les estaba encomendada y eran una rémora para el país, para el estado, es decir, para los pobres peruanos, y las empresas que habían ganado la licitación, unas empresas belgas iban a inyectar un capital fresco, iban a instalarse en Arequipa. Habían, además, ofrecido una serie de inversiones colaterales, iban a beneficiar muchísimo a esta ciudad y nada de eso fue creído por gentes profundamente decepcionadas por esos diez años de supuesto liberalismo radical que vivió el país con Fujimori.

Bueno, eso es lo que ha pasado en la mayor parte de los países latinoamericanos. Esas reformas en el fondo no eran liberales, eran una caricatura de las reformas liberales, pero eso lo sabemos nosotros, eso no lo saben unos públicos desinformados, unos públicos buena parte de los cuales están en una lucha feroz por la mera supervivencia, porque América Latina, y esto es algo que es muy triste decirlo, se ha empobrecido tremendamente en las últimas décadas. Se ha empobrecido en el caso de algunos países de una manera verdaderamente pavorosa.

Yo estuve a fines del año pasado haciendo un recorrido por lo que se llama el trapecio andino del Perú, la parte de Ayacucho, una parte tremendamente maltratada en la época del terrorismo y una región tradicionalmente muy pobre en el Perú. Y yo la había recorrido mucho entre 1987 y 1990 y salí verdaderamente espantado del empobrecimiento que había experimentado esa región, por pobre o misérrima que ya la recordaba, estaba muchísimo peor y esta región es empobrecía como se empobrecía el resto del Perú, mientras un puñadito de bandidos, de gángsteres encaramados en el poder, se enriquecían vertiginosamente. Entonces cuando hablamos nosotros del desarrollo, no podemos enfocar la idea del desarrollo fundamentalmente como una serie de reformas económicas que van a poner en marcha el aparato productivo del país y van a aumentar nuestras exportaciones y van a permitir que el país por fin entre en un proceso de modernización. No, el desarrollo que nosotros necesitamos tiene que ser un desarrollo simultáneo, un desarrollo que al mismo tiempo que mejore nuestros índices de crecimiento y producción, haga funcionar a estas instituciones que hoy en día no funcionan y consiga para estas instituciones la credibilidad, la confianza, la solidaridad que es lo que hace que las instituciones funcionen en una sociedad democrática. Eso no existe en América Latina y ésa es una de las razones por las que fracasan las reformas económicas, incluso cuando están bien orientadas.

Carlos Alberto Montaner decía una cosa que a mí me parece muy exacta. Tenemos que adecentar un poco la política. No es posible que unos países se desarrollen si quienes los gobiernan, o quienes tienen las responsabilidades políticas, pues, son Alemán (Nicaragua), Chávez (Venezuela), Fujimori (Perú), verdaderos gángsteres, auténticos bandidos que entran al gobierno como entra un ladrón a una casa a robar, a saquear, a enriquecerse de la manera más cínica, más rápida posible. ¿Cómo va a ser la política una actividad atractiva para las personas idealistas? Los jóvenes ven la política naturalmente con espanto, como robo. Y la única manera de adecentar la política es llevando a la política gentes decentes, gentes que no roben, gentes que hagan lo que dicen que van a hacer, que no mientan o que mientan poco, lo inevitable.

Me han preguntado muchas veces "¿a quién admira usted en América Latina?" Y siempre cito a la misma persona, y me temo que muchos de ustedes no han oído nombrar o han ya olvidado, y es el ex-presidente Alfredo Cristiani, de El Salvador (1989-94). Es una persona que yo admiro mucho, y no es un político, es un empresario. Cristiani, un empresario que decidió en un momento entrar en política, en un momento terrible, trágico, cuando el ejército y las guerrillas se mataban en las calles de San Salvador y donde los muertos, los desaparecidos, los torturados eran incontables. Y en ese momento, el señor Cristiani, un empresario, un hombre fundamentalmente decente, nada carismático, nada del típico hombre fuerte latinoamericano, mal orador, decide entrar en política y entra y gana las elecciones y el gobierno. Y gobierna de una manera discreta, de una manera nada carismática y en los años que está en el gobierno deja a su país mejor de lo que lo encontró. Y eso parece muy poca cosa, pero, en realidad, fue una hazaña casi única. Cuando Cristiani entró en el gobierno se mataban en las calles de San Salvador y los muertos eran innumerables y cuando él salió, las guerrillas y el gobierno habían firmado la paz, y los guerrilleros se presentaban a elecciones y pedían los votos del público y entraban al Parlamento y desde entonces hay paz en El Salvador. Un país que, como lo contó bien Carlos Alberto Montaner, es un país que progresa, despacito, pero progresa de verdad, es decir en muchas direcciones a la vez. Bueno, eso es lo que nosotros necesitamos en América Latina, no sólo buenos economistas que digan éstas son las reformas que hay que hacer. Necesitamos que gentes decentes como el señor Cristiani, empresarios, profesionales, que decidan entrar en política para adecentar esa actividad fundamentalmente sucia, inmoral, corrompida que por desgracia ha sido entre nosotros la política.

Y en otro aspecto en que es fundamental el desarrollo, que es el cultural. La cultura, por desgracia, en América Latina, con algunas excepciones, es un privilegio de las minorías, y en algunos sitios de muy escasas minorías. América Latina tiene una gran creatividad, ha producido músicos, ha producido artistas, poetas, escritores, pensadores, pero la verdad es que en la mayoría de nuestros países la cultura es un monopolio de minorías insignificantes y está prácticamente fuera del alcance de la mayoría de la sociedad. Sobre esas bases no se puede construir una democracia genuina, instituciones que funcionen y no se pueden hacer reformas liberales que dejen los resultados productivos y creativos que deberían dar. En ese aspecto, por desgracia, hay una falta de conciencia terrible en América Latina. La cultura todavía es considerada por quienes piensan que ella existe, como un mundo, como un pasatiempo, como una forma elevada del ocio, y no como lo que es, una herramienta fundamental para que una mujer o para que un hombre tomen las decisiones acertadas en su vida familiar, en su vida personal, en su vida profesional y sobre todo, las decisiones políticas acertadas a la hora de elegir.

La cultura defiende contra la demagogia, defiende contra la equivocación terrible de elegir mal en unas elecciones. En ese campo por desgracia no se hace casi nada y quizás debería decir con un sentido de autocrítica que no hacemos casi nada, inclusive nosotros. Estos institutos liberales tan útiles, tan idealistas y, sin embargo, la cultura es la menor de sus prioridades. Ése es un error, un gravísimo error. La cultura es fundamental, porque la cultura ayuda a crear esos consensos que han permitido por ejemplo los casos muchas veces ejemplares de España y de Chile.

Yo quisiera hablar de Chile un momento por unas cosas que dijo Hernán Büchi, mi amigo, una persona inteligente, una persona que hizo como ministro en Chile unas reformas admirables y que funcionaron. El caso de Chile es un caso único en la historia de América Latina, y un caso único porque una dictadura militar como era la de Pinochet tuvo éxitos económicos. Permitió que unos economistas liberales hicieran unas reformas bien concebidas y que funcionaran. Me alegro mucho por Chile que es un país que yo menciono siempre, pero es un ejemplo que nosotros tenemos que citar haciendo toda clase de advertencias y la primera y la fundamental es que para un liberal una dictadura no es nunca, en ningún caso, justificable. Esto es muy importante decirlo y repetirlo. Ahí hubo un accidente bienhechor: qué suerte para Chile. Pero hay muchos latinoamericanos que quieren convertir ese accidente en un modelo y todavía nos repiten que lo que nos hace falta para desarrollar es un Pinochet. En buena parte la popularidad de Fujimori se debió a que muchos peruanos vieron en Fujimori el Pinochet peruano. No es verdad, hay accidentes en la historia, pero si hay en la historia latinoamericana una constante, es que las dictaduras no han sido jamás una solución para los problemas latinoamericanos, y todas ellas sin ninguna excepción, salvo Chile, han contribuido a agravar los problemas que decían venir a solucionar: la corrupción, el atraso, el debilitamiento, o colapso de las instituciones. Ellas han contribuido más que nada a crear ese cinismo político que es una de las características quizás más generalizadas en América Latina: la política es el arte de enriquecerse, es el arte de robar, esta es la definición de la política para una inmensa mayoría de latinoamericanos.

Y lo creen así porque ha sido esa la verdad, en buena parte de nuestra historia, por culpa de las dictaduras. Las dictaduras han hecho de la corrupción una forma natural de gobierno que ha creado respecto a la política ese sentimiento tan terriblemente cínico que impera en la gran mayoría de los países latinoamericanos.

Creo que es muy importante que los liberales, que es lo que se supone que somos nosotros, coordinen sus acciones, intercambien información en este momento de la historia en que curiosamente el liberalismo es víctima de muchos malentendidos y ha pasado para muchas personas, algunas de muy buena fe, a representar el enemigo del progreso, de la justicia. Ha pasado a ser sinónimo del explotador, del codicioso, del indiferente o el cínico frente al espectáculo de la miseria, de la discriminación, algo que nosotros sabemos no solo es inexacto sino una monstruosa injusticia, con una doctrina, con una filosofía que está realmente detrás de todos los avances políticos, económicos, culturales que ha experimentado la humanidad. El liberalismo es una tradición que hay que defender no solo por homenaje a la verdad, sino porque vivimos un momento difícil de la historia en la que ese progreso y esa civilización están amenazados.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Carta Económica Semanal N° 41 de fecha 13 de octubre de 2010

https://docs.google.com/fileview?id=0B6rj_OBTZ9xnZTcxMmY5NzUtNWMwYy00MDUzLWJhMWItYzY0ZTc5NGMzNWFk&hl=es&authkey=CJe9qM4N

Carta Económica Semanal N° 42 de fecha 20 de octubre de 2010

https://docs.google.com/fileview?id=0B6rj_OBTZ9xnNGQ4ZWQwZjktZTliZi00ODUwLThiYzctNzU2NWYwNTYwNmNm&hl=es&authkey=COKs-MQL

Bono PDVSA 2017: Nueva emisión de bonos para obtener dólares de manera oficial//Magdiel J. Sevilla

Bono PDVSA 2017: Nueva emisión de bonos para obtener dólares de manera oficial
Por Magdiel J. Sevilla

A partir de hoy Martes 19 de Octubre 2010 y hasta el mediodía del próximo viernes 22 de Octubre 2010, las personas naturales y jurídicas que deseen que deseen convertir bolívares en dólares de manera legal, lo pueden hacer a través de la compra del Bono de PDVSA 2017.

En la página oficial del Banco Central de Venezuela se puede obtener el prospecto de la emisión con las pautas, detalles y cronograma de la emisión.

Esta emisión es un mecanismo que tiene la empresa estatal para obtener bolívares para financiarse. Paralelamente, para las personas naturales y jurídicas, son un mecanismo para la obtención de dólares en un mercado donde el acceso a las divisas se encuentra restringido.

¿Cómo es la operación?

La operación es básicamente la siguiente:

·         Las personas naturales o jurídicas interesadas colocan una orden de compra en la institución bancaria de su preferencia. De acuerdo con el cronograma, este paso puede hacerse a partir de hoy Martes 19/Oct y hasta el Viernes 22/Oct, en horas del mediodía.

·         Dependiendo de la demanda, el estado establece cuánto le adjudica a cada inversionista.  El monto aprobado puede ser completo, parcial o ninguno. Esto ocurre el día lunes 25/Oct.

·         Dependiendo de la adjudicación, el banco debita el monto en bolívares correspondiente a la compra de bonos.

·         A partir del viernes 29/Oct usted es el dueño de los bonos adjudicados y desde esa fecha, usted puede venderlos al banco, quien le pagará por ellos en dólares que serán depositados en una cuenta a su nombre en el exterior.

Sea cual sea el monto adjudicado, se estima que la operación hace que los dólares comprados salgan a una tasa aproximada entre 5.7 Bsf/dólar y 6.2 Bsf/dólar.

¿Cuáles son los requisitos?

Los requisitos para comprar son los siguientes:

 1) Leer el prospecto de la emisión del Bono PDVSA 2017. El mismo se encuentra disponible en la página el Banco Central de Venezuela.
 2) Tener disponibilidad en bolívares para colocar una orden de compra.
3) Colocar una orden de compra con la entidad bancaria de su preferencia. El monto mínimo de compra es de 3.000 USD. Recuerde que para saber los bolívares que necesita, debe multiplicar por 4,30. Por ejemplo, para una orden de 3.000 USD, se debe tener en el banco un monto aproximado de 12.900 VEF (3000 USD x 4,30 VEF/USD). El cálculo es ligeramente mayor al incluir la comisión del banco que usualmente es de 1%.
 4) Llevar copia de la cédula. Es posible que algunos bancos le soliciten este documento.
 5) Llevar copia del RIF. Es posible que algunos bancos le soliciten este documento.
 6) Tener una cuenta en dólares o estar en proceso de tramitación. Algunos bancos dan la posibilidad de abrir la cuenta durante el proceso.

¿Es una buena oportunidad?

En principio, este mecanismo/herramienta es una buena oportunidad siempre y cuando…

·         ...tiene cuenta en dólares y desea ahorrar en moneda dura.
·         … está en proceso de apertura de una cuenta en dólares en el exterior.
·         ... tiene los bolívares en el banco, y al usarlos no afecta su situación financiera ni sus obligaciones de pago del día a día.
·         …su empresa necesita dólares y no es suficiente lo obtenido a través del SITME o CADIVI.

Consideraciones importantes

·         “¿Cómo hago? Yo nunca he partipado”. Si nunca ha participado en estas emisiones pero tiene disponibilidad en bolívares y desea ahorrar en dólares obtenidos legalmente a tasa preferencial, valdría la pena que comience a documentarse a través de amigos, conocidos o expertos. Prepárese para ésta o una siguiente oportunidad. Muchas otras personas lo han hecho ya.

·         ¿Vender rápido o esperar? Algunos expertos recomiendan esperar un tiempo antes de vender los bonos. Sin embargo, dado que en ocasiones es difícil obtener información de los bancos en relación con los precios de venta, es preferible vender de inmediato. Mida su tranquilidad entre tener los dólares en una cuenta bancaria a su nombre o invertidos en unos papeles de una empresa. Sin duda, usted corre mucho menos riesgo en el primer caso.

·         No especule. Lamentablemente hay personas que siguen haciendo dinero con este tipo de emisiones ya que obtienen dólares a tasas preferenciales que inmediatamente venden a otros  precios obteniendo ganancias de hasta 100%. En mi opinión, esta es una forma de hacer dinero rápido que pone la ética en entredicho. Es hora que los venezolanos comencemos a revisarnos. Es con trabajo duro (y no a través de la viveza criolla) lo que nos permitirá salir adelante. Me permito repetir una frase de Maite Delgado:

“No perdamos el tiempo evaluando si Venezuela es de segunda o tercera, convirtámonos en ciudadanos de primera”


MJS

lunes, 18 de octubre de 2010

El hombre al que no le hicieron caso los venezolanos // Carlos Alberto Montaner

En 1975 había publicado uno de los mejores ensayos políticos de la historia cultural latinoamericana, Del buen salvaje al buen revolucionario, y luego, pocos años más tarde, había rematado la faena con El tercermundismo, una brillante indagación sobre los rasgos que caracterizan a esa fauna lamentable que posteriormente quedó retratada en el Manual del perfecto idiota latinoamericano, obra escrita por Plinio Apuleyo Mendoza, por Alvaro Vargas Llosa y por mí.

Nuestro libro le debía mucho a los de Carlos Rangel, así que decidimos dedicárselo a él y a Jean-François Revel, otro amigo excepcional, de los grandes ensayistas franceses del siglo XX, incansable batallador en Europa contra los devotos de la dictadura marxista o los enemigos de la sociedad abierta, plural y libre.  Pero Rangel fue mucho más que un penetrante escritor. Él y su mujer Sofía Imber --fundadora en Caracas del mejor museo de arte moderno de América Latina, que hoy lleva su nombre, lo que no ha impedido que Chávez la expulsara de la dirección-- tuvieron durante muchos años un popular programa de televisión, de entrevistas y comentarios, muy temprano en la mañana, en el que día a día defendían las libertades y trataban de explicarles a los venezolanos el inmenso peligro que corría el país si escuchaba los cantos de sirena de los comunistas, la izquierda festiva o a esos populistas de diversas procedencias que en lugar de explicar que la riqueza se construye y acumula mediante el trabajo, la responsabilidad individual y el buen funcionamiento del estado de derecho, predicaban alguna suerte de evangelio ''revolucionario''. Esa nefasta y rencorosa superstición que asegura que nuestros infortunios son invariablemente la consecuencia del comportamiento malvado de los otros: los
yanquis, los ingleses, los empresarios, o hasta los judíos, porque el antisemitismo, desgraciadamente, sigue vivo en medio planeta, aunque ahora lo disfracen con la solidaridad propalestina.

Evidentemente, Carlos y Sofía, para utilizar la metáfora bolivariana, ''araron en el mar''.  Los venezolanos ignoraron sus múltiples advertencias, algunas de ellas, por cierto, transmitidas arriesgando sus vidas.  Recuerdo una conferencia de Carlos en una universidad pública de Caracas (la UCV)--en aquellos años a la facultad de economía de esa institución la llamaban ``Stalingrado''-- en la que llegaron a la tribuna atravesando una multitud de estudiantes que los insultaban y escupían.  Si en ese momento alguien inicia un ataque, probablemente aquellos energúmenos enardecidos los hubieran matado a golpes.  No hay nada más peligroso sobre la tierra que un varón joven y fanático lleno de desprecio contra una persona a la que mentalmente ha privado de atributos humanos. Para ellos, entonces, Carlos y Sofía eran un par de perros al servicio del imperialismo.

Han transcurrido varias décadas desde esos hechos, y estoy seguro de que muchos de esos airados estudiantes hoy son personas maduras (entre ellos Teodoro Petkoff) que están en las calles de Caracas o de Maracay golpeando patrióticamente una cacerola y sacrificando su patrimonio familiar para evitar que Hugo Chávez convierta a Venezuela en una colonia política de Cuba, de la misma manera que el coronel golpista, ya ha asumido su role de edecán y delfín de Castro en América Latina.  Lo que esos venezolanos no fueron capaces de aprender en los libros de Rangel o en los programas de Carlos y Sofía lo descubrieron mucho más tarde, tras cometer el monstruoso error de entregarle las llaves de Miraflores a un personaje de la catadura ideológica y moral de Hugo Chávez, nada menos que como recompensa por haber intentado destruir las instituciones democráticas del país.

Así estaba de confundida la población venezolana tras cuarenta años de prédica populista que le llegaba, como un chaparrón incesante, desde los periódicos y desde las cátedras
universitarias, desde los grandes partidos políticos y desde los púlpitos de las iglesias. Es muy triste que las malas ideas sean más persuasivas que las buenas, pero es comprensible. Siempre resulta más fácil convencer a alguien de que es víctima de una injusticia, o de que sus quebrantos se derivan de la falta de compasión de algún canalla, que enfrentarlo a sus responsabilidades. El Manifiesto comunista o cualquier explicación de las desigualdades humanas que recurra al victimismo será mil veces más poderosa que los laboriosos reglamentos contenidos en el código civil, pero sabemos, por varios siglos de experiencia acumulada, que las sociedades que avanzan y prosperan son aquéllas en las que funciona el código civil, administrado por unos magistrados aburridos, y no las que han elegido los panfletos incendiarios recitados por fogosos y elocuentes revolucionarios.

En todo caso, los venezolanos ya no pueden rehacer el pasado, pero sí tienen la oportunidad de aprender de sus errores y construir un país distinto cuando se sacudan de encima esa pesadilla que se llama Hugo Chávez y a su gobierno corrupto e inepto, tan autoritario como le permiten las circunstancias.  Ojalá que el 14 de enero del 2004 ya Venezuela sea un país libre, encaminado en la dirección del progreso.  Esa fecha, la de la muerte de Carlos Rangel, es ideal para que las autoridades del país, políticos e intelectuales, artistas y clérigos, acudan en masa al cementerio para organizar un gran acto de desagravio.

Carlos lo avisó y no le hicieron caso. Es triste.

Enero 12, 2003 Publicado con autorización del autor

Adjunto a este correo las dos obras más importantes de Carlos Rangel:
"Del buen salvaje al buen revolucionario" 
https://docs.google.com/fileview?id=0B6rj_OBTZ9xnZTEzMDgyODUtNmFhZi00ZTkxLTlkNmEtNjdjOGVlNDI3YzAz&hl=es&authkey=CNryuB4 
y "El Tercermundismo"
.https://docs.google.com/fileview?id=0B6rj_OBTZ9xnYWRiMmJkZDktYmE3Zi00NjAyLWI3NmEtNTA0OTNkNWE2Yjcz&hl=es&authkey=CL2bhP8I 

Esperemos que su lectura sirva para reflexionar acerca del rumbo correcto que debe tomar el país.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Fabricantes de miseria//Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa

ReseñaFabricantes de miseria
Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa
Plaza y Janés, Barcelona, 1999
317 páginas
Provocación

Por Emilio J. González

Cortesía de La Ilustración Liberal.

Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa atacan de nuevo. Después de conseguir un enorme éxito con su Manual del perfecto idiota latinoamericano... y español, este trío de agudas plumas hispanoamericanas vuelve a lanzar sus afilados dardos contra todos aquellos que están detrás de las causas de la pobreza en el Tercer Mundo, especialmente en la América hispanohablante.

El libro, escrito con un verbo ágil y ameno, pasa revista a lo que ha sido la historia de la pobreza y del atraso en Latinoamérica, una zona del mundo que, en las primeras décadas del siglo XX, contaba con países con el mismo grado de desarrollo económico y social que España, e incluso superior, pero que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial parece haber perdido el tren de la prosperidad, que ahora intenta recuperar.

Desde sus primeras páginas, Fabricantes de miseria parece una provocación. Una provocación porque desvela sin tapujos ni miramientos lo que hay detrás de la miseria en Latinoamérica. No se trata sólo de presentar esas imágenes de pobreza y penuria en el Nuevo Continente que cada cierto tiempo golpean nuestras conciencias, sino de profundizar en tan triste realidad para desenmascarar a los verdaderos villanos de la trama.

Los tres autores de esta obra huyen de la demagogia fácil, tan al uso todavía hoy. No culpan de la pobreza al capitalismo, ni a la globalización, ni buscan cabezas de turco donde las encuentran los Robin Hood miopes que han proliferado en las últimas décadas por todo el mundo y que, con más o menos audiencia, siguen lanzando sus mensajes falsificadores de la verdad. Por el contrario, Mendoza, Montaner y Vargas Llosa ponen el dedo en la llaga y relatan con la misma precisión que un maestro relojero suizo cuál es la naturaleza real de las causas de la miseria. En su texto, por supuesto, se habla de los gobiernos, ese denominador común de todos los países que viven o han conocido el atraso.

En Latinoamérica, el poder político, con sus prácticas antieconómicas, es una referencia necesaria para comprender el fenómeno de la pobreza. Recuérdese, por ejemplo, aquella política económica denominada industrialización sustitutiva de importaciones, que con tanto entusiasmo pusieron en marcha en la década de los setenta, y que cercenó de raíz las posibilidades de desarrollo y modernización de las naciones que la sufrieron, al impedirles acceder a los últimos avances tecnológicos. Así se deterioró su eficiencia económica y su capacidad de competir, hasta tal punto que la región perdió un terreno considerable en el contexto económico mundial. El resultado de semejante desatino fue una inflación galopante que empobreció a todos y un endeudamiento tan brutal que dio lugar a la crisis de la deuda latinoamericana de la década de los ochenta, cuyas consecuencias todavía se siguen pagando.

Junto a los gobiernos están los políticos, tan amigos del clientelismo y de la corrupción con tal de mantenerse en el poder a cualquier precio y de paso, si se tercia, enriquecerse. ¿Hay alguien al que no le venga a la mente la imagen del México del PRI, donde la corrupción está a la orden del día y donde la presión de los grupos de poder impide el desarrollo económico y social de la nación azteca? En este repaso tampoco conviene olvidar a los militares, tan amigos de las asonadas y de las soluciones a golpe de fusil. El estamento castrense se cree llamado a salvar la patria, en una visión mesiánica de su papel en la sociedad que luego enmascara la defensa de intereses y privilegios ocultos. La libertad queda demonizada en nombre de la disciplina, el orden y la estabilidad, cuando los ejércitos en Latinoamérica son uno de los principales elementos de desestabilización.

A continuación vienen los agentes sociales, es decir, los empresarios y los sindicatos. En las naciones avanzadas, el empresario es el principal motor del desarrollo y del bienestar de la sociedad. Asume riesgos, invierte, se lanza a competir y sabe que los beneficios de la productividad deben extenderse a todos, en forma de mejores remuneraciones, en lugar de buscar el privilegio del monopolio de la concesión administrativa o los salarios bajos que, en el mejor de los casos, eliminan los estímulos de los trabajadores para mejorar su productividad y, en el peor, alimentan la protesta social que tanto daño causa a la estabilidad económica y política sobre la que se sustenta la prosperidad de un país. Pero los sindicatos tampoco se quedan atrás, como sabemos muy bien en España por las experiencias de la década de los ochenta. A las centrales sindicales les cuesta entender que el bienestar de todos pasa por la colaboración, no por el enfrentamiento permanente con la empresa, por las reivindicaciones abusivas que impiden la capitalización y modernización de las empresas y terminan por destruir el empleo y el bienestar en lugar de fomentarlo.

Las críticas vertidas hasta aquí probablemente son compartidas por una amplia mayoría de personas, aunque sin duda habrá discrepancias en algunos puntos concretos. Pero Fabricantes de miseria no se detiene en estos lugares comunes y embiste también contra las vacas sagradas que están detrás de la pobreza. A muchos les resultarán difíciles de leer las críticas vertidas contra las tan bienintencionadas órdenes religiosas. Pero hay que ser consciente de que una cosa es predicar la virtud de la caridad y la dignidad del ser humano, y otra muy distinta que las soluciones que se proponen sean las más adecuadas para salir de la pobreza. No son los principios lo que está en tela de juicio, sino unos medios que no justifican los fines a la vista de los resultados perversos que provocan.

El mundo intelectual tampoco está libre de pecado, por muchas piedras que siga tirando. Piedras muy dañinas por cuanto van siempre envueltas en la toga del academicismo y coronadas con el birrete de la verdad científica e incuestionable, que luego resulta ser una gran falacia. Se difunden una y otra vez mensajes equivocados, unas veces porque la ideología de los ilustres profesores les impide ver más allá de sus narices, y las más porque el orgullo y la soberbia son monedas de cambio habituales entre aquellos que deshonran el espíritu universitario porque no buscan el saber sino la satisfacción de su vanidad. ¡Cuántas veces hemos visto esta actitud en la Universidad española!

¿Y los intelectuales? Bueno, ya sabemos que los intelectuales, que se dicen capaces de comprender el mundo en toda su complejidad y de desentrañar los secretos más recónditos del alma humana, predican con el ejemplo viviendo como burgueses y denostando las comodidades de que disfrutan, criticando los sistemas que les proporcionan toda suerte de comodidades y que llevarían el bienestar y la prosperidad a quienes de verdad padecen todo tipo de carencias.

Por último están los solidarios. ¡Qué grandeza hay en sus discursos! ¡Qué altura de miras! ¡Qué nobleza de sentimientos! Pues bien, a qué gigantescos errores dan pie, errores que mantienen en la miseria a legiones y legiones de seres humanos... Esa es la verdad. La palabra solidaridad bucea en lo más hondo del corazón del hombre para buscar en él lo mejor del ser humano, pero cuando se convierte en adjetivo del vocablo política, su significado se pervierte. Porque entonces, justamente, lo que se olvida es cualquier verdadera solidaridad, y las medidas que se toman en pro de los humildes terminan por hundirles aún más en su condición.

Fabricantes de miseria, el libro de Mendoza, Montaner y Vargas Llosa, denuncia todos estos aspectos. Muchos lo considerarán una provocación y se rasgarán las vestiduras acusando a estos tres liberales hispanoamericanos, sus autores, de ser ellos y sus ideas los auténticos responsables de la pobreza. Pues bien, no hay nada más escandaloso y provocador que la pobreza y sobre eso, permanecer deliberadamente ciegos ante las causas reales de su origen, tan bien expuestas en esta obra.


a continuacion el libro reseñado en PDF.  Este libro es una joya para quien quiera entender las ideas que están detrás de las causas de los problemas de miseria, pobreza, división social y exclusión que vive nuestro continente y en especial nuestro país, Venezuela.
https://docs.google.com/fileview?id=0B6rj_OBTZ9xnZWI1NjRiZmQtNDE2Yi00MjUyLWE5ZWYtMTA5MzcwZWQ3MzA0&hl=es&authkey=CLDSsu4E

lunes, 11 de octubre de 2010

Capítulo 13 de Microeconomía Bernanke-Frank

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTI1MGZmejV6YmY0&hl=es&authkey=CJXorYsG

Capítulo 12 de Microeconomía Bernanke-Frank

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTIzMGhtbnRmeGQ1&hl=es&authkey=CLjS4usL

Capítulo 11 de Microeconomía Bernanke-Frank

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTE5OGd4NnQyemZm&hl=es&authkey=CKHfupEM

Capítulo 10 de Microeconomía Bernanke-Frank

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTE0MGY0cDc1ZzRn&hl=es&authkey=CKHi5rwO

Capítulo 9 de Microeconomía Bernanke-Frank

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTA2MWdrNmY1NjIy&hl=es&authkey=CK-3vPYI

Capítulo 8 de Microeconomía Bernanke-Frank

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfOTk3Y2doYzRtY3Q&hl=es&authkey=CMDtzqUI

Capítulo 7 de Microeconomía Bernanke-Frank

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfODk3bnM0YzRrZGs&hl=es&authkey=CN6TzIkP

Economía Política Clásica VIII

Mis apuntes de Economía Política Clásica
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNTQ0OWM3NzY2NXc0&hl=es&authkey=COGTk6E

Economía Política Clásica VII

Mis apuntes de Economía Política Clásica
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNTQ2Mmc1djJ0d2R0&hl=es&authkey=CJ6-4osK

Economía Política Clásica VI

Mis apuntes de Economía Política Clásica
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNTQ1OTdkd3doM2Zm&hl=es&authkey=CJnsie8C

Economía Política Clásica V

Mis apuntes de Economía Política Clásica
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNTQ1NmMyNHRwdDNn&hl=es&authkey=CIO7uNUN

Economía Política Clásica IV

Mis apuntes de Economía Política Clásica
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNzMyM2NqanJkd3Jo&hl=es&authkey=CPSm0vIO

Capítulo 4 de Microeconomía Pindyck-Rubinfeld

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTY5NGNqejJnYjVu&hl=es&authkey=CM3F4s0P

miércoles, 6 de octubre de 2010

Lecciones de economía con el Profesor Jesús Huerta de Soto

Obligatorio para todos mis estudiantes


Lecciones de economía con el Profesor Jesús Huerta de Soto
(www.jesushuertadesoto.com),
Catedrático de Economía Política en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Vídeos originales producidos por el Instituto Juan de Mariana

Venezuela: Socialismo democrático contra socialismo totalitario // Hugo J Faría


Socialismo democrático contra socialismo totalitario
por Hugo J. Faria *
Los líderes de la oposición son representantes del socialismo democrático y combaten al socialismo autoritario. Son personas importantes y respetables: sacerdotes, dirigentes políticos, gobernadores, militares retirados, intelectuales de prestigio y líderes que hasta hace poco militaron en el campo del chavismo. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones todos ellos obvian que el socialismo es parte de la causa de nuestros males, y que el socialismo democrático es una imposibilidad, ya que sin propiedad no hay libertad. Observemos cómo desde la nacionalización del petróleo, hierro y el BCV hemos asistido a la destrucción de nuestras libertades.

CEDICE (
http://www.cedice.org.ve) regularmente divulga los índices de Libertad Económica que muestran el deterioro de este indicador que ha contribuido a nuestro estancamiento crónico generador de los pobres que votan por Chávez. A pesar de esta realidad, tenemos líderes de la oposición que sólo defienden las libertades políticas y de expresión, pero no las económicas. Sospechoso, porque el amante de la libertad las quiere todas.

En los Estados Unidos existe competencia entre las líneas editoriales de Fox News y CNN (conocida por algunos como Cuba´s News Network); del Wall Street Journal y el New York Times. ¿Dónde está en Venezuela nuestro Fox News o Wall Street Journal que defiendan sistemáticamente el capitalismo?

Por las ciudades del país vemos pancartas que impulsan el socialismo. ¿Dónde están las vallas que fomenten el capitalismo? ¿Por qué no desarrollamos una gran campaña mediática para promover la libertad monetaria, que protege la integridad del esfuerzo ciudadano; la erradicación de las barreras al comercio internacional, que abarata la vida y disminuye privilegios; la devolución de nuestras acciones de las empresas del Estado, para tener un país de propietarios; la entrega de nuestra renta petrolera a los venezolanos mayores de 18 años, para que el Estado viva de los ciudadanos, lo cual es mejor que las misiones; la superioridad ética del capitalismo frente al socialismo, porque el primero es respetuoso de la libertad, fundamento de la dignidad de la persona, y el segundo es un error antropológico?

Tenemos una gran creatividad para las cosas que nos interesan. Por ejemplo los micros de Ciudadanía Activa son extraordinarios. El micro que se proyecta en los cines en contra de la piratería de películas es sensacionalmente efectivo. ¿Por qué no defendemos las libertades económicas con el mismo ahínco y creatividad? ¿Por qué la oposición desea cambiar a Chávez, pero no desea cambiar las causas que originaron a Chávez?

Una razón es que no hay dinero para la defensa del capitalismo. No hay fondos para la promoción de las libertades económicas porque para los empresarios financistas implica más competencia, menos privilegios; y para los políticos, menos poder.

El principal plan de la oposición es aprovecharse de los errores de Chávez, pero es incapaz de atacar las causas que lo engendraron y de convencer al ciudadano de a pie que sin Chávez vivirá mejor. Estamos adictos a acumular riqueza perversamente, manipulando al Estado para destruir competencia. En consecuencia, siempre estamos a la defensiva, sin la posibilidad de tomar la ofensiva y de demostrarle al pueblo que el socialismo y mercantilismo son salvajes. Esta condición contribuye a explicar la apatía de tantos venezolanos que se traduce en altos niveles de abstención a la hora de votar.

En caso de que haya ganado el SI el país marchará aceleradamente hacia la reducción a una mínima expresión de las libertades políticas, civiles y económicas. La noche totalitaria nos cubrirá y la economía implosionará. Otro escenario probable, ganando el NO, es que el Estado gradualmente siga ocupando más espacios de la libertad. No olvidemos el recurso de las leyes habilitantes y los años que aún quedan del período presidencial.

El socialismo del siglo XXI, se imponga en forma gradual o acelerada, como todos los socialismos, fracasará. Si los defensores de la libertad somos capaces de superar la mentalidad e intereses mercantilistas y socialistas, ayudados por la devastación que ocasiona el socialismo, como ocurrió en Europa Oriental, reconstruiremos el país. Antes es probable que pasemos por nuestro desierto y cautiverio babilónico para poder regresar a la Tierra Prometida liderados por otra generación, pues pareciera que la mía es incapaz de responder al desafío de combatir el socialismo con capitalismo.

José Acosta y Hugo Faría

The Crisis//Olivier Blanchard

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Economía Política Clásica III

Mis apuntes de Economía Política Clásica
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNTM5NGdnMjh6cWY5&hl=es&authkey=CI_gutUM

Economía Política Clásica II

Mis apuntes de Economía Política Clásica
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNTQ0M2NnM2ZxcHQ1&hl=es&authkey=CNLkqvoD

Economía Política Clásica I

Mis apuntes de Economía Política A Clásica

Desarrollo del Pensamiento Económico

Apuntes de Economía Política Clásica

https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNTM5OGd4emRqZG4y&hl=es&authkey=CIj4ldEI

CAPÍTULO 2 Fundamentos de administración financiera de Scott Besley / Eugene F. Brigham

Para mis estudiantes del Postgrado en Moneda e Instituciones Financieras de la UCV

CAPÍTULO 1 Fundamentos de administración financiera de Scott Besley / Eugene F. Brigham

Para mis estudiantes del Postgrado en Moneda e Instituciones Financieras de la UCV.

martes, 5 de octubre de 2010

La Universidad es tuya

http://www.youtube.com/watch?v=Ez90iRxMUjA

Himno Universitario UCV

Interpretado por el Orfeón Universitario, dirigido por Raúl Delgado Estévez

http://www.youtube.com/watch?v=WQ8RScIE-28

este es el Himno que se canta en las graduaciones.

Obras de Arte de la UCV

Obras de arte de la Ciudad Universitaria de Caracas, Síntesis de las Artes de Carlos Raúl Villanueva
http://www.youtube.com/watch?v=Gs6wNVZMd-I

La Casa que vence la sombra

Video promocional de la primera casa de estudios de Venezuela, la Universidad Central de Venezuela. Video producido por la División de Comunicación MultiMedia.

UCV Patrimonio Mundial de la Humanidad (tv)

La Ciudad Universitaria de Caracas, sede de la Universidad Central de Venezuela, fue declarada en el año 2000, patrimonio cultural de la humanidad, por la UNESCO. Creación del afamado arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva. Este video muestra la belleza de este campus y la importancia de su cuidado por parte de la comunidad universitaria. Video Elaborado por la Dirección de Información y Comunicaciones de la UCV

Bienvenida a Nuevos Ucevistas

Video de Bienvenida a los nuevos estudiantes de la UCV. Esta producción es utilizada para recibirlos y darles a conocer la UCV y su nueva condición de ucevistas. Video Elaborado por la Dirección de Información y Comunicaciones de la UCV

sábado, 2 de octubre de 2010

Sobre la prohibición de las vestimentas // Martín Portillo

Sobre la prohibición de las vestimentas
Martín Portillo
Director del Centro Cultural Al Andalus

Las prohibiciones en sociedades no regidas por legislaciones religiosas o de origen divino tienen que ver solamente con actos cometidos contra los derechos de otros. Prohibir vestirse de azul o rojo, de blanco o amarillo, con mucha o poca tela, mostrando u ocultando alguna parte, no tiene asidero, pues nada de eso implica afectar los derechos de terceras personas.

La vestimenta es expresión de la intima convicción que tiene alguien sobre como se ve mejor o se siente a sí mismo. Un gaucho no vestirá como rapero aunque los pantalones holgados les sean comunes, a menos que se incline por dicho estilo musical y la parafernalia que le acompaña. Eso podría parecerle mal a sus padres gauchos, al ministro de educación de Argentina o al propio presidente del país, pero a todas luces sería ridículo prohibir la ropa que identifica a un rapero por considerarlo atentado a las costumbre y herencia gaucha o argentina en general.

Las prendas de vestir son parte de la identidad de las personas, identidad labrada y modificada por las prácticas culturales del seno íntimo de cada individuo, empezando por la familia, por ello entrometerse en dicha esfera de libertades es convertir al estado en un agente fiscalizador de las prácticas culturales más intimas. Solo faltaría que supervisen qué forma y tamaño han de tener los pañuelos ante un estornudo.

Que hoy en día en los países llamados laicos se pretenda legislar sobre la vestimenta es un atropello a la razón, a la lógica y a los derechos individuales. En defensa de la libertad no se puede imponer un uso o costumbre mayoritaria en cierto lugar y tiempo. No es coherente con la práctica democrática que exige la mayor tolerancia posible a los diversos usos y costumbres, siempre y cuando no se cometan delitos contra otros. Se vulnera plenamente el derecho individual al exigir cierto tipo de patrón cultural para todos, negando el mismo reconocimiento a todos los habitantes de un país. Se niega a los padres el derecho fundamental a educar a sus hijos según sus creencias, obligándoles a aceptar aspectos relacionados con creencias ajenas. Eso no es cónsono con la libertad ni el derecho.

En Europa existe un clima hostil a lo musulmán, por la creciente presencia de inmigrantes con una alta tasa de fecundidad, sin embargo no es reprimiéndolos legalmente como desaparecerá este fenómeno. Ellos escapan de la crónica crisis económica de sus países de origen, de guerras permanentes y de la corrupción de sus gobiernos. Escapan hacia un “paraíso artificial”, pues la legislación social europea convierte a estos inmigrantes en seres “protegidos” y “favorecidos”. Y eso, lectores míos, no es culpa del Islam ni de los musulmanes, sino de la frondosa legislación proteccionista de la cual la progresía europea se siente tan orgullosa. Es su propia mano la que ha escrito el posible epílogo de una etapa histórica y cultural. La Europa laica y cientificista transformada en Eurabia.

El permitirles quedarse bajo un régimen legal que los iguala con la población nativa no tiene por qué ser motivo para conflictos, a menos que se hayan sentado las bases legales para ello. Esa es la directa consecuencia de la discrimación positiva,  la que trata de “reparar” el daño históricamente causado a los extranjeros. Tan buena intención hoy sirve de pretexto para aterradoras consecuencias, tal como la exigencia de abrir oratorios islámicos en hospitales porque existen capillas cristianas en ellos. Es como para reírse, sino fuese el caso grave y delicado, evidente motivo de hastío y repulsa hacia una minoría que se abre camino por el “favor” político y no por sincera aceptación social.

La derecha europea, para no perder su autoimagen de cristiana o laica, según la vertiente, previene sobre cualquier elemento ajeno a ambas tradiciones y no halla mejor manera que ampliar más la función del estado convirtiéndolo en diseñador de modas. El estado ahora también se encarga de supervisar qué tipo de indumentaria atenta contra la tradición democrática.  Mejor harían en eliminar la legislación proteccionista y dejar que cada quien use lo que quiera en el cuerpo y tenga la libertad para cambiar sin ninguna cortapisa.

Que existan cientos de escuelas en Burdeos, Hamburgo o Bristol con niñas enfundadas en burkas o cubiertas por velos no tiene por qué ser un delito, como no lo es el tener playas y espacios nudistas a las que uno asiste con la familia completa, incluidos los arrugadísimos abuelos y los tiernísimos hijos. Vestirse o desvestirse es un derecho personal, que se basa en la intima libertad de conciencia y creencias.

Regimentarla o regularla es a todas luces autoritario, y la reacción será probablemente un incremento del fanatismo religioso, no su neutralización. La mejor manera de preservar una tradición cultural es dejarla competir con otras, solo pervivirá si es más “efectiva” que las demás. Pero la mayor tradición defendible del mundo occidental es y será la tolerancia. Vulnerarla en casa es entregar a los radicales islamistas y fanáticos religiosos de cada lado el poder que desean para someternos a todos.

viernes, 1 de octubre de 2010

CAPÍTULO 1 DE ECONOMETRÍA DE DAMODAR N. GUAJARATI

https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNDk1ZHI5czZyZmg&hl=es&authkey=CIyfjr0C

CAPÍTULO 0 DE ECONOMETRÍA DE DAMODAR N. GUAJARATI

https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfNDcxY21mNjc3ZnA&hl=es&authkey=CNvk6vME

¿Quieres más? Tengo todo el libro, voy a colgar un capítulo cada vez que aumenten, en 10, mis seguidores del Twitter.

Capítulo 2 de Microeconomía Pindyck-Rubinfeld

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTQ4OWRqc25nbmdj&hl=es&authkey=CPbOkK8D

Capítulo 1 de Microeconomía Pindyck-Rubinfeld

Para mis estudiantes de Microeconomía de la Universidad Metropolitana
https://docs.google.com/present/edit?id=0Aarj_OBTZ9xnZGNycHZranBfMTQ3MmdzdGp4c2Nj&hl=es&authkey=CO_lgtQB